sábado, 22 de diciembre de 2012

TITERES DEL SISTEMA  CORRUPTO CUESTIONAN A FISCAL NANCY MORENO

·         No le tengo miedo al sistema, porque el sistema se cuida de mi

Por : Marilú Gambini L.

“La estupidez, el vicio y hasta el crimen tienen su puesto señalado,
las llagas del defecto no se ven cuando las cubre un diamante bien cortado”

Volver a la habitualidad de escribir entre grandes sorbos de café y en medio de la acidez que fluye como consecuencia de la indignación ante tanta porquería leída y oída, me hizo aceptar que Chimbote camina a la misma mierda; si!!! Como lo lee, va camino a la mierda. Hoy como otras veces, no siento vergüenza ajena, siento repugnancia y asco, al ver que una sarta de fantoches, sinvergüenzas, vividores y comechados, representen un papel de arlequines de quinta, para tirar “caca” con ventilador a autoridades jurídicas que les son incomodas, pero que en su momento se pusieron la camiseta del PERU para enfrentarse al fujimontesinismo, dupla lacrosa que manoseó la conciencia de un buen grupo de peruanos.

Lo humorístico de esto, es que los dichosos redomados son parte de una manada de mequetrefes, que bailan al son de la música que se les toque y si es con caramelo sabor a vileza mucho mejor, por eso se entiende la andanada de babosadas que han soltado contra la fiscal Nancy Moreno Rivera, a la que no solamente han acusado de haber archivado la investigación sobre el caso de los desaparecidos de Santa en el año 1995, sino que con tamaña osadía y semejante atrevimiento tildaron de fujimontesinista. Que este disparate venga de ignorantes polítiqueros, que buscan un rinconcito político con esta estrategia, es entendible; que se aúnan a este remedo de comparsa jóvenes comunicadores “egresados de aulas universitarias”, que ignoran lo que se vivió en el primer quinquenio del fujimorato, que no investigan y solo se dedican a repetir como papagayo lo que escuchan, deja mucho que desear. Pero que salga de periodistas que precisamente los últimos años de esa década corrupta, fueron lacayos del montesinismo, que con cámara en mano se escondían como las comadrejas para cumplir la misión fujiencomendada y que a la caída de la dupla corrupta se convirtieron en camaleones, blandeando la bandera de la democracia que antes pisotearon, ya cae en lo ruin.

Debe ser bien, pero bien valiente aquel papanatas, para tragarse semejante vergüenza y personificar la ridiculez pública, cuando habla de hechos que desconoce por completo, peor aún si desgraciadamente tiene la representación del Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia del Santa, como la posee Víctor López Padilla, que sin conocer a fondo el “caso Santa” salió empavonándose como pavo real a cuestionar a los que respaldan a la Fiscal Moreno Rivera, por haber sido la que archivo el caso de los desparecidos de Santa; no dudo que la versión dada al respecto por don Heriberto Benítez un día anterior, fue la gota de seguridad que le dio a este exabrupto. El inesperado izquierdazo la recibió de los deudos santeños, que indignados salieron a respaldar a la mencionada magistrada, asegurando que su labor como representante del Ministerio Público durante la investigación fue transparente, además de haber sido la única que solicitó la designación de un fiscal ad hoc para el caso y la declaración del jefe de ese destacamento asesino Santiago Martin Rivas.

Es público y para ningún periodista desconocido los casos Barrios Altos, Santa y Cantuta,  como tampoco ignorado que los protagonistas de estos crímenes fueron las hienas asesinas del grupo colina que solo sabían atacar de noche; y puntualizar cada uno, es pellizcar la postilla registrada por el crimen. Lo cierto, es que a fines del año 1993, el Ministerio Público acusó a los integrantes del grupo colina y el estado fujimontesinista inicia el cierre del círculo mafioso, para proteger a sus engendros criminales, con la participación de endebles congresistas y del tránsfuga chimbotano Julio Chú Meriz, otrora empresario pesquero quien tenía como asesor político al ex coronel de la desaparecida PIP Irvin Jaime Llamosas; personaje, que aparte de haber estado comprometido con el capo del narcotráfico peruano Reynaldo Rodriguez López, fue el engranaje principal de la cadena montesinista encargado de los manejos logísticos en la guerra sucia los últimos cinco años de la época corrupta.

Preciso es recordar, que la cadena mafiosamente legal se inicia a partir del 16 de diciembre, cuando la Fiscalía denuncia a 11 criminales del destacamento asesino Colina, incluido Martin Rivas,  que eran procesados por el fuero militar (como si eso fuera garantía de justicia), la oposición de este fuero fue inmediata, el día 17 bajo el argumento que se encontraban dentro de su jurisdicción, al día siguiente, el Juez del fuero civil, ordena la detención inmediata de los acusados encontrándose con una ferrea defensa, que origino la intervención de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por cinco magistrados, quienes deberían de definir la competencia del proceso y en audiencia realizada, se produjo una visible discordia, pues 3 votaron a favor del fuero militar y 2 a favor del fuero civil. La ley establecía que la definición se daba con voto favorable de por lo menos 4 magistrados.

Aquí viene lo histórico (para grabárselo de por vida) pues aquí nace la legalidad dela impunidad. El 7 de Febrero de 1994, el congresista fujimorista Julio Chu Meriz, una especie de tonto útil, presentó un proyecto de ley, en la que proponía que este conflicto de competencia (entre el fuero común y el militar) se resuelva en la Corte Suprema, pero, OJO, sólo con el voto favorable de tres vocales y no con cuatro, como establecía la ley. Como ya era costumbre en la mafia fujimontesinista, la madrugada del 8 de febrero, sin cumplir requisitos respectivos ante el Congreso se aprobó la Ley No. 26291, Fujimori estampa su firma y el día 10 de febrero se publica en el Diario Oficial. Esta ley, a la que se le conoció como la “Ley Cantuta” o la “Ley Chu” no hizo más que garantizar lo que inicialmente resolviera la Sala Penal de la Corte Suprema, es decir que los criminales sean procesados por el fuero militar. En otras palabras, los endebles del poder judicial les entregaron a los militares, a través de una resolución el 11 de ese mismo mes, la protección de la impunidad de sus abortos. De la que se libró Juan Hermoza Ríos,  precisamente el puente entre su hermano, Nicolas de Bari  con el grupo colina del atroz crimen, que enlutó a nueve familias.

Este fue el mamotreto de la impunidad, de éste se desprende posteriormente la ley 26479, la misma que concedía “amnistía general al personal Militar, Policial o Civil, cualquiera que fuere su situación Militar o Policial o Funcional correspondiente, que se encuentre denunciado, investigado, encausado, procesado o condenado por delitos comunes y militares en los Fueros Común o Privativo Militar, respectivamente, por todos los hechos derivados u originados con ocasión o como consecuencia de la lucha contra el terrorismo y que pudieran haber sido cometidos en forma individual o en grupo desde Mayo de 1980 hasta la fecha de la promulgación de la presente Ley”. Así mismo, concedía “amnistía general al personal militar en situación de Actividad, Disponibilidad o Retiro y civil implicados, procesados o condenados por los sucesos del 13 de Noviembre de 1992”, hechos y acciones con nombre propio.

Esta legajo permitió el archivamiento del caso Santa en el año 1995, a inicios de 1996 la Corte Interamericana de Derechos Humanos aceptaba y registraba la demanda  de los familiares de los casos de crímenes y es cinco años cumplidos, es decir en marzo de 2001, que la misma Corte Interamericana sentenció que las leyes de amnistía carecían de efectos jurídicos y ordenó la reapertura de las investigaciones.  Es entonces irracional asegurar que la Dra. Nancy Moreno archivó el caso Santa, dejando entrever que su función no estuvo arreglada a Ley. 

Dra. Nancy Moreno Rivera

Leía hace algunos días, leía un post, en el que preguntaban, cuando se jodió la prensa en Chimbote, y muchos aseguraban que fue cuando pasaron por la centralita. Ahhhhh, desmemoriados, se olvidaron que la prensa se fue al carajo, desde el día que desfilaban por las oficinas de Inteligencia de Chimbote, que vergüenza  hasta para los cassettes los solventaba el famoso "SIN", mientras el pueblo los esculpía en el muro de la ignominia, para la posterioridad.

PD.
Pido las disculpas del caso por algunos exhabruptos, pero la indignación tiene sus reacciones.